La patología infantil en la columna vertebral abarca una serie de trastornos que pueden afectar a los niños desde temprana edad, impactando su desarrollo y crecimiento. Entre las condiciones más comunes se encuentran la escoliosis, la cifosis y las malformaciones congénitas de la columna, como la espina bífida. Estas patologías pueden variar en severidad, desde leves deformidades que requieren solo observación hasta casos más graves que necesitan intervención médica o quirúrgica.
La escoliosis es una curvatura anormal de la columna que generalmente se desarrolla durante la adolescencia, aunque también puede estar presente desde el nacimiento. Si no se trata, puede progresar y causar problemas respiratorios, dolor y deformidad estética. La cifosis, por otro lado, se manifiesta como una curvatura hacia adelante de la columna, dando una apariencia de joroba en la parte superior de la espalda. Ambas condiciones requieren un diagnóstico temprano para determinar el tratamiento adecuado, que puede incluir desde el uso de corsés ortopédicos hasta cirugía en los casos más severos.
Las malformaciones congénitas como la espina bífida resultan de un desarrollo incompleto de la columna vertebral y la médula espinal durante el embarazo. Estas condiciones pueden tener efectos a largo plazo sobre la movilidad y la función neurológica del niño, haciendo crucial una atención médica especializada desde el nacimiento.
El manejo de la patología infantil en la columna vertebral implica un enfoque multidisciplinario, incluyendo ortopedistas, fisioterapeutas y, en algunos casos, cirujanos pediátricos. Con un diagnóstico precoz y un tratamiento adecuado, muchos niños pueden llevar una vida normal y activa, minimizando los efectos a largo plazo de estas afecciones.