La patología degenerativa del adulto es una de las principales causas de dolor y discapacidad en la población mayor, afectando de manera significativa la columna vertebral. Con el paso del tiempo, los componentes de la columna, como los discos intervertebrales, las vértebras y las articulaciones facetarias, se desgastan de forma natural, dando lugar a diversas condiciones degenerativas.
Entre las patologías más comunes se encuentra la enfermedad degenerativa discal, donde los discos pierden altura y elasticidad, lo que puede resultar en dolor crónico, tanto en la región lumbar como en la cervical. Otra condición frecuente es la artrosis facetaria, que causa rigidez y dolor debido al desgaste de las articulaciones que conectan las vértebras. La estenosis espinal es otra patología relevante, caracterizada por el estrechamiento del canal vertebral, que puede comprimir los nervios y provocar síntomas como dolor irradiado, debilidad o entumecimiento en las extremidades.
El tratamiento de estas patologías varía según la severidad de los síntomas y la calidad de vida del paciente. Las opciones pueden ir desde terapias conservadoras, como el uso de antiinflamatorios, fisioterapia y cambios en el estilo de vida, hasta intervenciones más avanzadas como inyecciones epidurales o cirugía. Es fundamental un diagnóstico temprano para gestionar eficazmente estas condiciones y mejorar el pronóstico a largo plazo.
Mantenerse activo, adoptar hábitos saludables y acudir a revisiones médicas regulares son pasos clave para prevenir o retrasar el avance de la patología degenerativa en la columna vertebral. Comprender los síntomas y buscar atención médica oportuna puede marcar una gran diferencia en la calidad de vida del adulto mayor.